miércoles, 18 de abril de 2012
Cien mil emociones recorridas (2ª parte)
Uno de los momentos más
entrañables de nuestro último viaje al Medio Oriente fue la visita al hogar
de la familia Banoura en Beit Sahour, Palestina. Nuestros amigos de Tel Aviv
la conocieron en un encuentro entre familias, planeado por una organización
que trabaja por la convivencia y las relaciones entre los dos pueblos. En
aquel momento, además de disfrutar de una gran encuentro, hubo intercambio de
invitaciones a los respectivos hogares. Justo, la invitación a la casa de los
Banoura, coincidió con nuestra estancia en Tel Aviv.
Ellos
aceptaron de buena gana nuestra participación en la velada que tenían
preparada, así que el sábado 17 de marzo del 2012, Javi Velasco, David
Arenal, Amnon Levav y yo nos fuimos en coche a la casa del matrimonio Mofeed
y Hanan Banoura en Beit Sahour.
Una travesía que duró apenas 2
horas, pasando por carreteras que atravesaban el famoso y controvertido muro
que divide zonas israelíes de palestinas hasta llegar al control de paso
donde el mayor incidente fue el chequeo de uno de nuestros pasaportes.
En un hotelito cerca de Belén,
Beth lehem (“Casa del pan”) para los hebreos y Bayt Lahm (“Casa de la carne”)
para los árabes, nos encontramos con Mofeed y la esposa de su hermano llamada
Hind. Allí nos dieron la bienvenida, nos dividimos en los dos coches y
salimos al encuentro con el resto de la familia que aguardaba en casa.
Antes hicimos algunas paradas
en lugares emblemáticos como la iglesia de la natividad, que se encuentra en
esta ciudad, construida en el lugar dónde según el Nuevo testamento nació
Jesús de Nazareth. Por eso Belén tiene un gran significado para los
cristianos y para los musulmanes aunque para estos últimos Jesús no es un
mesías si no uno de los profetas. Para los judíos es también sagrada ya que
allí, en la entrada está la tumba de Raquel, matriarca bíblica, esposa de
Jacob y es el lugar de nacimiento y de coronación del rey David.
Ya en Beit Sahour, nos
llevaron a la iglesia ortodoxa erigida donde dice la tradición, un Ángel se
manifestó a los pastores para informarles del nacimiento del mesías.Este
sitio es conocido por los árabes como al-Kanisat Ruwat (Iglesia de los
Pastores). Debo
decir que en esta ciudad, bajo administración de la Autoridad Nacional
Palestina, el 80 % de la población es cristiana, en su mayoría ortodoxos y el
otro 20 % es musulmana.
Después de esta última visita
llegamos por fin a la casa familiar. Nos estaban esperando la esposa de
Mofeed, Hanan, con los hijos de ambos y después se nos unió el hermano de
este, esposo de Hind. Llevaban días preparando con mucho amor y minuciosidad
la comida con la que nos agasajaron como sus distinguidos huéspedes. Esta
estaba compuesta de platos exquisitos de la cocina árabe y nos dimos un
banquete de chuparnos los dedos disfrutando de una grata conversación, como
buenos comensales, utilizando el inglés para comunicarnos. Compartimos
durante más de 2 horas, en un momento hasta saqué la guitarra y les obsequié
en agradecimiento una pequeña descarga.
Fue inolvidable, comprendí en
muchos aspectos el concepto casi sagrado de la hospitalidad para este pueblo.
Pudimos saborear, palpar, a través de esta hermosa familia, espiritual,
noble, profundamente amorosa, la grandeza de la convivencia, la inmensa
satisfacción de compartir costumbres, el infinito e incalculable don de la
amistad y el respeto, más allá de cualquier credo o idea política. Para
cerrar con broche de oro, nos llevaron, para el postre, a un sitio local,
dónde hacen dulces típicos de la zona. ¡Exquisito!
Cayendo la tarde ya, nos
acercaron a las afueras de la ciudad y allí nos despedimos con abrazos
profundos de gratitud hacia ellos y unos inmensos deseos de volver a esa
tierra de gente inmensamente rica de alma, corazón y vida.
Shalom, Salam, Amén, Aché
Pavel Urkiza
Imágenes.: David Arenal y Javier Velasco.
Video: David Arenal
16 de abril del 2012
Traducción: Carol Hine
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wednesday 18th april 2012
Covering hundred thousands emotions 2nd
Part
One of the best moment of our last travel to
Middle East, was the visit to the family Banoura’s home, in Beit Sahour,
Palestine. Our friends from Tel Aviv knew them during a meeting between
families planed by an organization that works for the coexistence and relations
between people. At that moment, as well as enjoying a great meeting, there
was exchange of invitations. Just when we were in Tel Aviv it was the time
for the invitation to the house of the Banoura.
They accepted with good will our
participation in the soiree they have prepared. So on the Saturday 17th
of March 2012, Javi Velasco, David Arenal, Amnon Levav and myself went with a
car, to the house of Mofeed and Hanan Banoura in Beit Sahour.
A travel which was only two hours, going by
roads which were crossing the famous and controversial wall which divides
Israeli and Palestinian territories, to arrive to the check point, where the
only incident was the control of one of our passports.
In a small hotel near Bethlehem, named Beth
Lehem – the house of the bread – for the Hebrews, and Beth Lahm – house of
the meat – for the Arabs, we meet Mofeed, and his brother’s wife Hind. They
welcomed us, and with two cars we went to the encounter with the rest of the
family waiting for us in their house.
But before that we did some stops in
emblematic places as the Church of the Nativity, which is this town, built on
the place, as said in the New Testament is born Jesus of Nazareth. For this
reason Bethlehem has a great significance for the Christians and for the
Muslims, although for them Jesus is not a Messiah but one of the prophets.
For the Jews is also a sacred place, because in the entry is the tomb of
Rachel, matriarch biblical, spouse of Jacob and the place of birth and
coronation of the king David.
Already in Beit Sahour, they took us to the
Orthodox Church, where as says the tradition, an angel informed the pastors
of the birth of the Messiah. This place is known as al-Kanisat Ruwat (church
of the pastors). I should say that in this town, under the administration of
the National Palestinian Authority, 80% of the people are Christian, in its
majority orthodox and the other 20% are Muslims.
After this last visit we finally arrived to
the family’s house. Waiting for us, was the wife of Mofeed, Hanan with their
children and then came her brother the husband of Hind. Since many days, with
a lot of love and thorough they were preparing the meal that they offered us
as well as to the others guests.
We shared it for more than two hours and at one point, to thanl them I took the guitar and offered them a little
song.
It was unforgettable; I understood in a lot
of aspects the concept almost sacred of the hospitality for those people. We
could savour and feel, through this lovely, spiritual and noble family,
profoundly in love, the greatness of the coexistence, the big satisfaction of
sharing costumes, the infinite and
incalculable don of the friendship and the respect, beyond any credo or
political idea. For the desert to finish with magnificence they brought us to
a local place, where they were doing typical sweets. Exquisite!!!
As the night was coming they gave us a lift
to the suburbs of the town, and there we say goodbye with embraces full of
gratitude and immense desires to go back to this land of people so rich of soul,
heart and life.
Shalom, Salam, Amen, Aché.
PAVEL URKIZA
Images: David Arenal and Javier Velasco.
Video: David Arenal
16th of April 2012
Translation: Carol Hine
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